Ayuda al hogar de ancianos de cardenas

El Hogar de Ancianos de Cárdenas nació con una misión clara: acoger y cuidar a quienes, tras una vida de trabajo y entrega, quedan desamparados por sus familias o por la indiferencia social. Se prometió un equipo multidisciplinario—médicos, enfermeros, cuidadores—que velara por su salud y bienestar en esa etapa final. Pero la realidad actual desnuda una grave crisis de atención y respeto hacia los residentes.

El caso de Dalila: de la esperanza al deterioro

Dalila ingresó al hogar a inicios de marzo, tras recuperarse de una hospitalización. Llegó con sus escaras en proceso de cicatrización, vestida con su ropa, provista de sábanas, colcha y toalla. Sin embargo, esas pertenencias quedaron atrás y nunca le fueron devueltas.

En los días siguientes, su estado empeoró alarmantemente. La remisión de regreso al hospital se demoró hasta que su condición se volvió crítica: sus escaras se infectaron, careció de sonda para drenar la orina—lo que agravó las lesiones—y desarrolló bronconeumonía y una grave infección renal. Dalila relata que llegaba a gritar pidiendo ayuda, sin que ningún miembro del personal respondiera.

La falla de un sistema de cuidado

Lo ocurrido no es un incidente aislado, sino la manifestación de protocolos rotos y de un incumplimiento de los estándares mínimos de atención. Un hogar de ancianos debe ser un espacio de consuelo y seguridad; en cambio, se convirtió en una cárcel de dolor para quienes confiaron en recibir cuidados básicos.

Preguntamos: ¿esta es la forma digna de acompañar a nuestros mayores en sus últimos días? ¿Morir con dignidad significa permanecer herido, humillado y solo, incluso tras pedir auxilio? La respuesta, para cualquier persona de conciencia, es un rotundo no.

Urgencia de intervención y mejora

Hacemos un llamado urgente a las autoridades locales y al Ministerio de Salud Pública para que:

  1. Investiguen de inmediato las condiciones de este hogar de ancianos.
  2. Revisen y refuercen los protocolos de traslado, atención médica y control de infecciones.
  3. Garantícen el suministro de insumos básicos: sondas, material de curación y ropa de cama.
  4. Capaciten y supervisen al personal para asegurar una respuesta rápida a emergencias.

Nuestros ancianos no son números ni cargas: son seres humanos que merecen respeto, cuidado y protección.

Compartir esta denuncia es el primer paso para que llegue a quienes pueden cambiar la situación. Si tienes familiares o conocidos en el Hogar de Ancianos de Cárdenas, verifica sus condiciones y exige rendición de cuentas. Solo con vigilancia ciudadana y presión pública podremos obligar a las instituciones a cumplir su deber.

La dignidad de nuestros mayores está en juego. No permitamos que el olvido y la negligencia sean el legado que les ofrezcamos.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *