
Danny es un niño de 14 años, oriundo de Cárdenas, Cuba. Cumplió su último cumpleaños en el hospital pediátrico de Matanzas, donde lleva casi ocho meses ingresado en terapia intensiva. Su nombre, su rostro, su historia y sobre todo su fortaleza han tocado el corazón de todos los que han pasado por su habitación. Pero hoy, más que admiración, lo que Danny necesita es ayuda urgente.
Una condición que amenaza su vida cada minuto
Danny padece de una estenosis traqueal, una obstrucción en la tráquea que pone en riesgo su vida a cada instante. Debido a esta condición, no puede alimentarse por la boca y recibe su nutrición a través de una gastrostomía, una sonda que conecta directamente su estómago. Y lo más delicado: depende de una cánula de traqueotomía para poder respirar.
Cuando los recursos médicos se agotan
El personal de salud y fisioterapia que lo atiende ha hecho un trabajo admirable hasta ahora. Las enfermeras, médicos y terapeutas han dado lo mejor de sí para mantener a Danny estable. Sin embargo, hay límites que ni la mejor voluntad ni la experiencia médica pueden superar: los recursos materiales. El hospital no cuenta con repuestos para la cánula de traqueotomía que Danny necesita. Esta pieza esencial no es un lujo ni una comodidad: es un dispositivo que lo mantiene con vida. Las cánulas, por su propia naturaleza, requieren ser cambiadas con regularidad. Se obstruyen, se deterioran o simplemente llegan a un punto en que dejan de funcionar. Cada hora que pasa sin el repuesto adecuado aumenta el riesgo de complicaciones.
El dolor de exponer lo más preciado
La madre de Danny, Tania, vive cada día con el temor constante de que la cánula que hoy lo mantiene respirando se rompa sin tener un reemplazo a mano. Por eso, con inmenso dolor y cargando una angustia difícil de describir, ha decidido exponer públicamente la situación de su hijo. No es fácil para una madre compartir imágenes de su hijo en estado de vulnerabilidad, mostrando las cicatrices, las sondas, las máquinas. Pero cuando se trata de salvar una vida, el amor no conoce de pudor ni de barreras.
Una petición concreta, un objetivo urgente
Las imágenes que acompañan este llamado no son meramente simbólicas: entre ellas se encuentra la foto exacta de la cánula que se necesita, con sus medidas precisas. Este no es un pedido genérico, ni un grito al vacío. Es una solicitud concreta, con un objetivo urgente: encontrar una cánula compatible y trasladarla lo antes posible al hospital de Matanzas.
Todos podemos ayudar: comparte, difunde, contacta
Se hace un llamado no solo a quienes puedan donar o proporcionar directamente este insumo, sino también a quienes puedan compartir esta información. Cada compartir, cada mensaje reenviado, cada contacto médico al que llegue esta petición puede marcar la diferencia. Si conoces a algún médico, enfermero, trabajador de hospital, en Cuba o fuera de ella, que pueda tener acceso a este recurso, por favor comunícalo.
El contacto directo: Tania, la madre de Danny
El número de contacto directo es el de la mamá, Tania: 59042408. Ella está disponible para brindar detalles, coordinar esfuerzos, responder preguntas y, sobre todo, recibir esa ayuda que tanto necesitan.
Salvar una vida, un compromiso colectivo
Ayudar no siempre requiere grandes gestos ni grandes sumas de dinero. A veces, ayudar es prestar nuestra voz, nuestra red, nuestro tiempo. Empujar por la vida de un niño es un compromiso que nos convoca a todos como seres humanos. Danny nos necesita, y este puede ser el momento en que hagamos la diferencia. No demos solo un “me entristece” ni nos quedemos en la contemplación silenciosa. Actuemos. Prestemos nuestro @, nuestro compartir, nuestra visibilidad. Porque cada acción cuenta, cada cadena que tejemos puede acercarnos al resultado que todos queremos: preservar la vida de un niño que merece seguir adelante, reír, jugar, soñar.
Gracias por ser parte de esta cadena de esperanza
Gracias por leer, gracias por compartir, gracias por ser parte de esta cadena de apoyo. Que Danny sienta que, aunque esté conectado a máquinas, también está conectado a un inmenso tejido de corazones que laten por él.